Los padres de familia como pedagogos de sus hijos e hijas tienen la alta responsabilidad de ser orientadores, asesores y consejeros de los mismos, acompañándoles en su camino de realización humana y espiritual, tal y como se describe en este perfil.

 

1. Promotor de una relación de amistad, confianza y comunicación afectuosa, efectiva e influyente; con sus hijos.

 

2. Facilitador de las herramientas básicas para que pueda realizarse personal y profesionalmente.

 

3. Que propicie espacios de esparcimiento en donde su hijo pueda dar rienda suelta a su creatividad                         e imaginación.

 

4. Que asuma puntual y responsablemente todas las acciones planificadas en el centro educativo en                            beneficio de la formación de su hijo e hija.

 

5. Es imprescindible que el padre y la madre esté siempre de acuerdo en las decisiones que tomen                           en beneficio de sus hijos.

 

6. Que le permitan a los hijos e hijas una mayor autonomía y capacidad de autodecisión.

 

7. Tener objetivos claros y definidos para saber a ciencia cierta que se requiere obtener con acciones                       educativas.

 

8. Que establezca y practique en el hogar una escala de valores y virtudes humanas acorde con los principios            formados en la institución.

 

9. Que respete la edad, diferencias individuales de cada hijo, fomentando una personalidad definida,                         pero abierto al cambio y la aceptación.

 

10. Desarrollar en su hijo o hija la iniciativa y responsabilidad.